febrero 4, 2021
El sueño
Desde niña me ha gustado la odontología, siempre iba feliz a la odontopediatra para que revisara mis dientecitos. Tenía muchos juguetes en el consultorio y recuerdo que me regalaba stickers por portarme bien en la consulta.
Por eso siempre soñé con ser odontóloga. Después de adolescente la ortodoncista me colocó los brackets, fue un proceso que me encantó.
Para poder lograr este sueño primero tuve el apoyo incondicional de mis padres y con la ayuda de Dios obtuve muy buenas calificaciones y lograré entrar a una universidad acreditada.
Después de 5 años de carrera como odontóloga, decidí viajar a Buenos Aires, Argentina para iniciar mi especialización la cual se demoró 3 años. Así convertrme en ortodoncista.
Sacrificios y experiencias
Para hacer ortodoncista debes estudiar 3 años más de carrera, después de ser odontólogo. Con el pasar del tiempo continúas estudiando a diario para poder estar a la vanguardia en ciencia y tecnología, ya que todo va cambiando día tras día.
Así puedo ofrecerle a mis pacientes los mejores tratamientos los cuales perdurarán en el tiempo, con materiales de alta calidad.
Bueno pero continuemos con el resumen de mi carrera. En Argentina viví y trabajé durante 4 años y medio, allí tuve la oportunidad de atender pacientes de muchas partes del mundo, ya que a Buenos Aires llegan migrantes de muchas partes del planeta. Trabaje como odontóloga y ortodoncista.
Fue una experiencia muy hermosa donde adquirí muchos conocimientos y conocí lugares hermosos. Además del crecimiento personal e intelectual que tuve. Se hacen muchos sacrificios viviendo lejos de tus seres queridos y también con el estudios, trasnochar, estudiar, entregas de trabajos a tiempo, en fin todo para lograr la excelencia y la satisfacción del deber cumplido.
Ortodoncista
Todas las escuelas de formación profesional para odontología tienen diferentes enfoques. La mía se basa en una formación biopsicosocial, donde nos enseña a ver a la persona de forma integral, no es sólo una boca con dientes.
Para darles un ejemplo: el paciente sufre enfermedades sistémicas que repercuten en sus dientes, y deben ser tratados de una forma específica, no todas las caries se tratan del mismo modo.
De igual forma, los pacientes tienen una vida social, la cual es influenciable para todas las decisiones que toman al hacerse un tratamiento.
Es por eso que toda esta formación la llevamos siempre en todos nuestros diagnósticos, planes de tratamiento y nos ayuda a ver al paciente con otros ojos.
Logrando ser empáticos con cada uno de ellos, entendiendo sus problemas y acompañándolos de la mano en la toma de decisiones para que tengan un tratamiento adecuado. No es hacer una calza por hacerla, no es vender un tratamiento de ortodoncia por venderlo: es darle al paciente la atención integral que requiere.
Que llegar al consultorio no sea sinónimo de temor y angustia, sino que encuentren un espacio neutro, libre, donde pueden venir a hablar de todo lo que quieran, además de tratar sus dientes y sentirse seguros, tranquilos y confiados, que sientan que están dejando sus dientes en buenas manos.
La escuela donde me formé como ortodoncista me enseñó a tener un enfoque funcional de cada paciente. Precisamente como el paciente es un todo, necesita que sus dientes no sólo sean para sonreír, sino que con ellos pueda comer y pueda hablar. Por eso hablamos de funcionalidad, que sus dientes cumplan las funciones para lo que fueron hechos.
Además de mi especialización como ortodoncista, también he realizado: diplomados, cursos, talleres, congresos. Como les contaba para seguir a la vanguardia. Entre los cursos más importantes que he realice están: cursos con Invisalign sobre Ortodoncia Invisible y realice cursos de Estética Dental y Blanqueamiento Dental.
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Dra. Gina Ardila
Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilar